Me gusta caminar, siempre me ha gustado, no tengo problemas con las distancias largas. Una vez en secundaria caminé como tres horas de mi liceo hasta mi casa solamente porque estaba en buena compañia ese día.
Como mi apartamento está cerca del trabajo, por más de un mes caminé de la casa al trabajo y viceversa, más o menos 4 km que se recorren en 30 minutos. Al principio cuando aceleraba el paso me dolía la parte superior del pie izquierdo y la espinilla de la pierna derecha, el dolor se me pasaba cuando llegaba a la casa. Tenía una pelea con el clima porque la lluvia no me permitía hacerlo muy seguido, sin embargo le robé unos pocos días soleados que aproveche al máximo. Ya a mediados de Junio estaba preparada para empezar a correr.
La idea de intentarlo una tercera vez me rondaba pero tenía muchas dudas y miedo a fracasar de nuevo, asi que le dije a Luis que me acompañara. Pasaron varias semanas mientras estaba tratando de convencerlo. Le pedí mucha paciencia y le expliqué un millón de veces que no iba a salir corriendo 40 minutos con solo unos días de entrenamiento. Por lo menos pasarían 4 a 6 semanas hasta que pudiese correr al menos 20 minutos sin parar. Busqué toda la información necesaria en el Internet para corredores principiantes, articulos de motivación, historias de gente como yo, rutinas para progresar lentamente. Tambien me compré unos zapatos para correr, el brassier y el pantalon.
Con dudas y todo comencé mi entrenamiento el 18 de junio del 2011, sin saber que me esperaba en esta oportunidad.
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